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En bares y antros de la 14 Oriente de San Andrés Cholula drogan a jóvenes para cometerles abuso o violencia sexual: Ibero

La doctora Claudia Alonso González, académica de la Ibero Puebla y especialista en temas de género, reveló que se ha identificado la utilización de sustancias químicas que inducen a la sumisión, como la escopolamina, en bares y antros de la concurrida calle 14 Oriente en el municipio de San Andrés Cholula.

Expuso que la sedación rápida, pérdida de memoria, automatismo -obedecer órdenes sin oponerse-, sequedad en la boca y la sensación de haber ingerido demasiadas bebidas alcohólicas sin haberlo hecho, son los síntomas usuales de una sumisión química.

En entrevista, alertó principalmente a los jóvenes que si identifican esta sintomatología, mientras están de fiesta pueden estar en peligro de ser víctimas a delitos sexuales o robo.

El caso más difundido de “sumisión química” que investigan las autoridades mexicanas es el asesinato del empresario Íñigo Arenas, de 41 años, quien la semana pasada perdió la vida en la ciudad de México al salir de un antro exclusivo de Polanco.

La académica reveló que las drogas más usuales son el GHB, la burundanga -también conocida como escopolamina- y benzodiazepinas. Estas sustancias se colocan en la bebida de la víctima, que además de los síntomas mencionados, también puede padecer dificultad respiratoria, taquicardias, hipotensión, convulsiones, aumento en la temperatura corporal, dificultad del movimiento y vómito.

Dijo que este delito es sumamente recurrente en eventos masivos donde la venta de alcohol está permitida, y se define como “el sometimiento de la voluntad de una persona a partir de la administración de sustancias químicas”.

“Con frecuencia esto se realiza con el objetivo de cometer un delito; los más frecuentes son algún tipo de abuso o violencia sexual, o bien, el robo”, advirtió.

 Hay un subregistro de casos en Puebla

La doctora Alonso González dejó claro que de la “sumisión química” sólo se pueden hacer estimaciones, debido a que no existe una fuente oficial que brinde datos sobre este delito.

“Tenemos un subregistro significativo justamente por cómo ocurre la administración de sustancias: genera una suerte de amnesia durante muchas horas, lo que significa que cuando la persona recobre la consciencia, puede inferir que le ocurrió algo por el escenario en el que despierta, pero no sabe qué ocurrió. Entonces, no sabe qué denunciar”, afirmó.

La especialista reconoció que “es un tema del que se habla muy poco, aunque es un fenómeno increíblemente frecuente en las salidas, si bien de todas las edades, afecta a las juventudes en particular”.

Claudia Alonso refirió que, para aquellas víctimas que sí recuerdan los hechos, también es difícil denunciar.

“Normalmente estos delitos se experimentan con mucha vergüenza, entonces queda como algo que se quiere olvidar. Pero definitivamente necesitamos poner más atención en qué está ocurriendo”, subrayó.

Los jóvenes, el sector más vulnerable

Específicamente en Puebla, la investigadora de la Ibero informó que se ha identificado una tendencia de estos delitos en la famosa y concurrida 14 Oriente en el municipio de San Andrés Cholula.

Explicó que esta calle es conocida por concentrar una gran variedad de espacios para el encuentro social, y también por los casos de “sumisión química” que se dan en gran parte de ellos.

Destacó que las juventudes son las más expuestas a este hecho por ser el sector demográfico que más frecuenta los bares y discotecas.

En ese sentido, exhortó que se tomen las precauciones adecuadas para no correr peligro en momentos en los que la diversión y la convivencia deben ser lo primordial.

Comentó que acciones como salir en grupo o evitar el consumo de bebidas preparadas cuando no se puede ver la elaboración son medidas simples que pueden hacer la diferencia.

Además, recomendó cinco cosas, entre ellas, pedir que tus bebidas alcohólicas sean abiertas frente a ti, así te asegurarás de que no hayan sido alterada previamente; generar una red de autocuidado con tu grupo de amigos, en la que, al salir, una persona quede designada para actuar ante casos de “sumisión química”.

Agregó que se debe evita perder de vista tus bebidas y alimentos, de preferencia, termina todo antes de levantarte de tu mesa o siempre ten contigo lo que consumas; no aceptar comida o bebidas que no pediste; y verificar que las botellas que se consuma cuenten con la etiqueta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y que esta misma no esté alterada.

De lo contrario, concluyó, si el sello está incompleto, tachado o modificado es mejor pedir otra botella u otra bebida.

Con información de La jornada de Oriente

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