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El desastre que viene

CAUSA Y EFECTO

Por José Antonio de la Vega Moreno

Las autoridades municipales de San Martín Texmelucan se encuentran en el ojo de la legalidad, vamos en el ojo de la Fiscalía General del Estado, por el derrumbe de una obra en pleno centro de la ciudad hace un par de semanas y que causara la muerte de tres personas.

Con la detención del arquitecto responsable de la obra, para ser más exactos, quien tenía en sus manos la edificación de un centro comercial que se viniera a bajo, tendrá que salir en la investigación, hasta donde el ayuntamiento es corresponsable de esa desgracia, de esa tragedia que enlutó a tres familias.

Me explico, las investigaciones periciales continúan, el ayuntamiento que en este momento encabeza Lorena Migoya Mastretta, tendrá que mostrar que no hubo omisión por parte de su administración al expedir la licencia de construcción, en que estuvo al tanto en todo momento sobre las especificaciones técnicas de la obra, en la evaluación y supervisión de su desarrollo, además, de que la seguridad de los trabajadores no estaba siendo amenazada por la magnitud de la obra.

Comienza a correrse las versiones en medio de la tragedia, de que existió una esplendida, una jugosa recompensa para dejar al antojo del empresario de Santa Julia, Noé Peñaloza, hacer hasta los límites de la zona su edificación, que sería la joya de la corona en sus negocios.

Pero la ambición de funcionarios municipales, no termina ahí. Ahora solapan un paradero a todas luces irregular para el transporte proveniente de Tlaxcala.

La primera irregularidad que salta a la vista, es que las autoridades no lo tienen asentado en el Plan de Desarrollo Municipal, claro, eso siempre y cuando tenga plan de desarrollo.

La zona no es apta para la instalación del paradero, mucho manos para la movilidad del transporte público. Ahí nuevamente el ayuntamiento omite la supervisión técnica del proyecto, que de ejecutarla vería: se ubica en zona de unidades habitacionales, no existen las vialidades mínimas indispensables para su movilidad, los terrenos rellenos, emparejados con fresado y que el proyecto es realizado al vapor, en microondas prácticamente.

Acá el único que lucrará con este proyecto de muerte, es el tablajero Arnulfo Galindo, quién también dice que pondrá un centro comercial, el cual me imagino tendrá toldos amarillos, rojos y azules, pendidos de unos mecates.

El proyecto más que comercial y de reordenamiento del transporte es claramente político.

El ayuntamiento vuelve a equivocarse. Un nuevo conflicto salta a la vista con este proyecto de muerte.

El desastre que viene.

Al tiempo.

Esta historia continuará.

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