
Reverberación de la huelga de Río Blanco
Opinión || Por : Gerardo Pérez Muñoz
Hoy tenemos un sindicalismo que no fomenta la educación política-sindical de sus agremiados.
La emancipación de la clase obrera debe ser obra de los obreros mismos.
Karlos Marx
John Kenneth Turner y la huelga de Río Blanco. Primeramente, permítame mencionar quién fue Kenneth Turner. Kenneth Turner fue un escritor y periodista nacido en Oregón, Estados Unidos que a los 17 años publicó su primer periódico titulado dedicado a denunciar políticos y empresarios corruptos norteamericanos. Hacia 1908, conoció a Ricardo Flores Magón y a otros integrantes del Partido Liberal Mexicano en la cárcel de Leavenworth, Kansas, Estados Unidos. Turner entonces viajó a México para corroborar lo que los liberales le habían platicado, haciéndose pasar por un hombre de negocios. Entre los meses de octubre, noviembre y diciembre de 1909, Kenneth Turner publicó una serie de artículos en la revista estadounidense The American Magazine, con el título de México Bárbaro. En 1910, año del inicio de la Revolución Mexicana, se edita en forma de libro en los Estados Unidos. En el capítulo XI -Cuatro huelgas mexicanas- de dicho libro, Turner escribe una crónica de la huelga de Río Blanco, que nos ilustra muy bien de la realidad oprobiosa y de explotación que se vivía México bajo la dictadura de Porfirio Díaz, en particular de la sobreexplotación, humillación y opresión de los pueblos indígenas en nuestro país.
Todo comenzó en navidad. Dos años antes y lejos de Kansas, en Río Blanco, Veracruz, un 24 de diciembre de 1906, las fábricas textiles, tanto de Puebla como Tlaxcala, con extensión a Río Blanco, cerraron sus puertas. Este cierre, lejos de ser un gesto de reconocimiento hacia las justas demandas laborales fue al parecer, una suspensión de actividades empresarial, dejando a los trabajadores en una situación de indefensión y precariedad. Se ha escrito que el número de obreros textiles en paro fue de aproximadamente 7 mil obreros que demandaban la reducción de la jornada laboral: de 14 a 8 horas de trabajo y aumento salarial. Algunos de sus dirigentes, tenían vínculos con el Magonismo a través del Gran Círculo de los Obreros Libres con sede en Orizaba, Veracruz (La huelga de Río Blanco, UNAM).
El presidente Porfirio Díaz, fiel a su estilo de dictador y en un intento de terminar con el conflicto, emitió un laudo con nueve cláusulas que en nada resolvía las causas de fondo del conflicto. Este decreto establecía que las fábricas reabrirían el 7 de enero y que los trabajadores debían reincorporarse al mismo sin ninguna mejora significativa en sus condiciones laborales. En México se habían establecido dos emporios de la industria textil con capital francés: la Compañía Industrial de Orizaba, Sociedad Anónima (CIDOSA) y la Compañía Industrial Veracruzana, Sociedad Anónima (CIVSA). En 1889, CIDOSA se expandió hasta la zona de Río Blanco, Veracruz. Al igual que en la industria textil, había también capital extranjero en los ferrocarriles y la minería
Visita de Kenneth Turner a Río Blanco. Se dice que el mayor orgullo del gerente Hartington –inglés, de edad mediana y ojos acerados, quien vigila el trabajo de seis mil hombres, mujeres y niños, estriba en que la fábrica de textiles de algodón de Río Blanco no sólo es la más grande y moderna en el mundo, sino también la que produce mayores utilidades respecto a la inversión. Los hombres…, ganan 75 centavos por día; las mujeres, de $3 a $4 por semana; los niños… de siete a ocho años de edad, de 20 a 50 centavos por día.
El terrible olor de las salas de tinte nos causaba náuseas…. Tales salas son antros de suicidio para los hombres que allí trabajan; se dice que éstos logran vivir, en promedio, unos 12 meses. En otro párrafo escribió:
En México no hay leyes de trabajo en vigor que protejan a los trabajadores; no se ha establecido la inspección de las fábricas; no hay reglamentos eficaces contra el trabajo de los menores: no hay procedimientos mediante el cual los obreros puedan cobrar indemnización por daños, por heridas o por muerte en las minas o en las máquinas. Los trabajadores, literalmente, no tienen derechos que los patrones estén obligados a respetar, en México… El grado de explotación es como la que pudiera prevalecer en el manejo de una caballeriza, en una localidad en que los caballos fueran muy baratos.
El 7 de enero de 1907 – hace 117 años- gobierno, empresarios y militares, cargaron contra los obreros textiles con un resultado de 200 obreros muertos, la detención de 400 personas y miles de despedidos. Muchos tuvieron que huir y esconderse en las montañas de los pueblos. Los líderes del movimiento fueron ejecutados y exhibidos a manera de escarmiento en una de las tiendas de raya que habían sido saqueadas a causa del hambre. Los empresarios de la Compañía Industrial de Orizaba brindaron una cena en honor al general Rosalino Martínez, quien había encabezado a las fuerzas federales contra los obreros (Un desafío obrero al régimen porfirista. Archivo General de la Nación). Fueron los diputados constituyentes Héctor Victoria Aguilar de Yucatán y Heriberto Jara de Veracruz, quienes impulsaron el artículo 123 en la Constitución de 1917 y con ello, el reconocimiento de los derechos laborales, en especial, el derecho de huelga en la fracción XVII del apartado, sin olvidar obviamente, la gran lucha y los sacrificios de los obreros de Cananea, Sonora, Río Blanco y sobre todo, la perseverante y abnegada lucha de los militantes del Partido Liberal Mexicano.
Casi al final de su crónica sobre la huelga, Kenneth Turner, escribe el siguiente testimonio: Yo no sé a cuántos mataron -me dijo el hombre que había estado con los rurales-, pero en la primera noche, después que llegaron los soldados, vi dos plataformas de ferrocarril repletas de cadáveres y miembros humanos apilados. Después de la primera noche hubo muchos muertos más. Esas plataformas -continuó- fueron arrastradas por un tren especial y llevadas rápidamente a Veracruz, donde los cadáveres fueron arrojados al mar para alimento de los tiburones (México Bárbaro).
No podemos olvidar las grandes luchas sindicales de los maestros, ferrocarrileros y telegrafistas (1958-1959), el movimiento médico de 1964 y 1965, agrupados en la Asociación Mexicana de Médicos Residentes e Internos (AMMRI), el sindicalismo universitario de los años setenta del siglo pasado, la lucha de la Tendencia Democrática del SUTERM (1975-1976) reprimida por el ejército. En 1975, diversas organizaciones suscriben la Declaración de Guadalajara que rebasa con mucho, el mero gremialismo.
Algunos puntos de la Declaración fueron: Democracia e independencia sindicales, sindicalización de todos los asalariados, aumento general de salarios, lucha contra la carestía, defensa, ampliación y perfeccionamiento del sistema de seguridad social, educación popular y revolucionaria. Colectivización agraria y fin del latifundismo. Nacionalización del crédito, expropiación de empresas imperialistas.
La última reforma laboral se dio en el de 2019, bajo la égida del T-MEC, sin que fuera una demanda del fantasmal movimiento sindical. Reforma que busca garantizar la libertad sindical, la transparencia en la gestión de recursos y la elección de líderes mediante voto directo, libre y secreto.
El sindicalismo actual en México. En nuestro país tenemos una Población Económicamente Ocupada de 61.1 millones de personas de los cuales, un poco más de 22 millones de trabajadores están afiliados al IMSS (INEGI). De ese universo, solamente, alrededor de 5 millones de trabajadores y trabajadoras están sindicalizados. La tasa de sindicalización en nuestro país es de 12.7 %. Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), porcentaje muy bajo con Dinamarca, Malta, Noruega o Suecia que están por poco, arriba del 40% (OIT). Tenemos un sindicalismo que nos ha podido sacudirse el charrismo y neo charrismo, actualmente con un nuevo rostro, pero con las mismas mañas: la corrupción, el corporativismo, el patrimonialismo, el gremialismo y la visión economicista. Es un sindicalismo que no fomenta la educación política-sindical de sus agremiados, salvo muy contados sindicatos, como el minero.
La situación laboral en Puebla. Puebla se ubicó a nivel nacional en el quinto lugar en tasa más alta de informalidad laboral. 69.3 por ciento de los poblanos trabajan de manera irregular (Instituto Nacional de Estadística y Geográfica). Las y los poblanos que laboran sin contrato y que carecen de la protección de seguridad social o prestaciones de ley son aproximadamente 2 millones 86 mil 647.
En septiembre del 2021, había en la ex Junta Local de Conciliación y Arbitraje, actualmente Centro de Conciliación Laboral de Puebla, 45 mil expedientes rezagados y por despidos injustificados, de acuerdo con el anterior presidente de la Junta y que se podrían resolver en un periodo de hasta seis años.
Todavía hay un gran trecho que caminar para ser plena la justicia laboral en nuestro país y tener un nuevo sindicalismo realmente democrático y combativo, de cara a un nuevo proyecto de nación con justicia, democracia plebeya y libertad y eso pasa por una agenda inicial que tenga como eje la recuperación de los salarios mínimos y sobre todo, contractuales y las pensiones (leer la carta publicada en el Correo del periódico La Jornada, suscrito por el embajador Sergio J. Romero Cuevas, acerca de las pensiones de hambre otorgadas por el ISSSTE); por la jornada laboral de cuarenta horas. Echar abajo las leyes neoliberales de pensiones del IMSS (Ernesto Zedillo,1997) y la ley calderonista del ISSSTE (2007) que sólo han favorecido a los bancos a través de sus Afores. Reformar el artículo 123 para suprimir los apartados y hacer un sólo apartado, entre otros puntos de la agenda laboral.
Un punto importante de la agenda, es Impulsar una campaña nacional, para exigirle al gobierno federal resuelva en forma integral y de fondo, las huelgas mineras de Cananea, Taxco y Sombrerete y que el ecocida Grupo México de Germán Larrea, por incumplir su compromiso de remediación de los daños ocasionados por el derrame de químicos tóxicos en el Río Sonora.
Miscelánea
Felicidades al pueblo de Guatemala, a sus pueblos originarios, al partido Semillas y a Bernardo Arévalo, por su retorno a la democracia. Enhorabuena.
9 de enero de 1908. Nace la filósofa francesa Simone de Beauvoir, autora de El segundo sexo, obra que tuve una gran influencia en el movimiento feminista y nos legó una frase que debemos tener presente.
El opresor no sería tan fuerte si no tuviera cómplices entre los propios oprimidos.