
En el inicio del último trimestre del 2020 los gobiernos municipales salen a buscar el cierre del ejercicio fiscal en números negros con la ejecución de obras y programas que con la crisis generada por la pandemia de COVID-19 se retrasaron, otras más se reorientaron y un importante número se cancelaron debido a los recortes presupuestales ejercidos desde la federación a las entidades y a su vez de estas a sus municipios.
A la par, el tiempo de las campañas políticas de cara a la elección intermedia del 2021 en la que se renovarán Diputados Federales, Senadores, algunos gobernadores y presidentes municipales, avanza sobre el ánimo de los ciudadanos en Puebla y los actores políticos ya perfilan su desfile en redes sociales y en algunos encuentros privados como parte de su estrategia de difusión; los partidos políticos organizan su estructura interna y los ciudadanos en general se desaniman ante ls propuestas que acusan de ser siempre lo mismo.
Poco caso se hace a la discusión y al debate del paquete fiscal que se aprueba en la federación y los estados para saber a cerca de los haberes y los deberes con que contaremos el próximo año para ejercer el gasto y perfilar las políticas públicas del último año de la actual administración municipal en los 217 municipios de Puebla.
La sociedad poblana se ocupa de sus prioridades de vida y asume que la crisis económica será parte del paisaje del 2021, aun no se perfilan las acciones conjuntas entre sociedad y gobierno, o de grupos sociales por separado que de manera firme y fuerte busquen atemperar la crisis que está por venir, la crisis económica, política y social que arremeterá en contra de todos y desdibujará aún más lo que ya de por si esta desdibujado.
Ya el cierre de año ofrece incertidumbre y nada alentador se ve venir, esas tareas de todos no salen a la luz, que sea pronto y que sea bien, que salga la corresponsabilidad y que salga el aliento de todos y que sea por el bien de todos.