CAUSA Y EFECTO
Por José Antonio de la Vega Moreno
*Dedico esta columna con toda mi solidaridad a dos grandes amigos que han perdido a seres queridos en estos tiempos tan difíciles.
A mi amiga, Bibiana Larrainzar por la irreparable pérdida de su hermano, Sergio.
A mi amigo, Eduardo Velázquez, por sufrir la muerte de su señora madre, Magdalena Díaz.
Un abrazo a ambos y pido pronta resignación para sus respectivas familias.
Crisis sanitaria igual a Crisis de seguridad.
Los números de inseguridad en los municipios de la zona metropolitana pese al confinamiento y lejos de regresar a la nueva normalidad de manera tranquila, lacera y pega fuerte.
La inseguridad es el pan nuestro de cada día y no se ve por dónde se frene o no se ve estrategia alguna que pueda impedirla.
Analicemos.
En San Martín, se lanza “La Línea Violeta” para defender, proteger y atender a mujeres violentadas, agredidas y maltratadas.
Sin una estrategia de prevención, precaución, previsión y mandar sólo un número de WhatsApp que desde hoy menciono, les servirá para dos cosas.
Eso es en defensa de la mujer.
Y la inseguridad.
Aunque la policía no está en manos de la presidenta, Norma Layón –por cierto alejada de las simpatías de Casa Aguayo- hace un par de días una pareja fue agredida por parte de desconocidos, cerca de la comandancia.
Huejotzingo es otro municipio con un alto índice delincuencial.
No se salva de la inseguridad.
La presidenta municipal, Angélica Alvarado se ha visto débil. No pone mano dura.
Los hechos la descalifican en materia de seguridad. La ejecución de un hombre, trabajador de una recicladora, asesinado tras salir de un banco en ese municipio.
Una pequeña de 11 años agredida y su agresor liberado por el Ministerio Público.
Hace un par de semanas, la policía municipal se lío a golpes con presuntos antorchistas.
Coronango no se queda atrás, ahí se cometió el feminicidio número 56.
Ejecutan a Irene N de dos balazos en el cuello. Dos hombres armados la asesinan y se dan a la fuga.
Antonio Teutli, presidente municipal, no da una en torno a la seguridad en su municipio.
Hace una semana vecinos del lugar intentaron prender fuego a la presidencia municipal por intentar linchar a presos que habrían robado en la zona.
En San Andrés Cholula no frena la inseguridad, su presidenta, Karina Pérez Popoca no puede.
Incluso, personal de su propio ayuntamiento violenta a la sociedad. Todos conocimos el caso de abuso de poder de funcionarios que despojaron de su fuente de trabajo a un vendedor de tacos de canasta.
Pedir disculpas y retribuir a este hombre despojado de su mercancía, no remienda la acción.
Sus elementos policiales, se solidarizan con miembros de la Policía Estatal en paro.
De la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera, qué podemos decir, cuando la inseguridad se ve un día y el otro también.
Elementos de la policía estatal inconformes por su salario y maltrato.
La Fiscalía General del Estado sentada sobre las 58 muertas victimas de feminicidio.
El semáforo de la inseguridad está que arde.
Hagamos algo.