El exmandatario estaba siendo investigado por la presunta trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht
El expresidente de Perú Alan García ha fallecido este miércoles, horas después de ser ingresado en un hospital en «estado crítico» tras pegarse un tiro en la cabeza cuando iba a ser detenido por la policía en el marco de las investigaciones por la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, según han informado varios dirigentes de su partido y confirmado posteriormente el presidente de la República, Martín Vizcarra. «Consternado por el fallecimiento del expresidente Alan García. Envío mis condolencias a su familia y seres queridos», señaló Vizcarra en su cuenta de Twitter a las 10.30 (hora local,17.30 en la España peninsular)
Horas antes, los agentes habían trasladado a García al hospital Casimiro Ulloa, a solo 600 metros del domicilio del expresidente. El exmandatario, de 69 años, estuvo al frente del Ejecutivo peruano en dos mandatos: de 1985 a 1990 y de 2006 a 2011. El gigante brasileño de la construcción ha protagonizado, en los últimos años, el mayor escándalo de corrupción de la historia de América Latina, con ramificaciones en varios países, entre ellos Perú. La trama ha salpicado a cuatro expresidentes peruanos —Pedro Pablo Kuczynski, Ollanta Humala, Alejandro Toledo y el propio Alan García—. Los dos primeros ya han pisado la cárcel por este caso.
Miembros de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad acudieron a primera hora de la mañana (hora local) de este miércoles a la vivienda del expresidente en el acomodado barrio limeño de Miraflores para cumplir la orden de arresto que pesaba sobre él. Según un comunicado del Gobierno, el político ingresó en urgencias a las 6.45 con diagnóstico de impacto de bala de entrada y salida en la cabeza.
El ministro del Interior peruano, Carlos Morán, ha aclarado que «previa identificación», los agentes y el fiscal Henry Amenábar accedieron al inmueble y comunicaron al expresidente —que se encontraba en la escalera del segundo piso— «la ejecución de esta medida judicial». En ese momento, el político dijo que iba a hacer una llamada telefónica a su abogado, fue a su habitación y cerró la puerta. «A los pocos minutos se escuchó un disparo. La policía forzó la puerta, encontró al señor García con una herida en la cabeza y le trasladó al hospital», ha agregado Morán. «La intervención de la policía se ha apegado a protocolos establecidos y apoyado en una diligencia judicial dictada por un juez en un caso emblemático como Lava Jato».
García estaba siendo investigado por presuntos sobornos en la construcción de un tren para Lima, proyecto en el que estaba involucrada Odebrecht. La orden de detención preliminar del expresidente durante 10 días —que los agentes cumplían esta mañana— fue emitida por un juez a petición del equipo especial de la fiscalía para el caso Lava Jato. Pero no solo alcanzaba al expresidente, sino a su círculo más cercano en su segundo Gobierno: Enrique Cornejo, que fue ministro de Transportes y que ha sido detenido este mismo miércoles; el exsecretario de la Presidencia y ministro de la Producción al final de su segundo mandato Luis Nava; y Miguel Atala Herrera, que fue vicepresidente de la estatal Petro Perú y que recibió, presuntamente, depósitos del gigante brasileño de la construcción por 1,3 millones de dólares en una cuenta en la Banca D’Andorra. Los siguientes en ser detenidos deberían ser los hijos de Nava y de Atala, que —siempre supuestamente— también recibieron dinero de Odebrecht en sus cuentas bancarias.
El equipo especial de la fiscalía para el caso Lava Jato investigaba a García, del Partido Aprista, desde noviembre por los delitos de colusión, lavado de activos y tráfico de influencias por el caso Odebrecht, es decir, por su participación en la concesión a dicha empresa de la línea 1 del Metro de Lima y por posibles aportaciones irregulares para su campaña electoral. El pasado 17 de noviembre un juez dictó la orden de que García no abandonara el país y el exmandatario pidió asilo en Uruguay, refugiándose en la casa del embajador de ese país en Lima. El Gobierno de Tabaré Vásquez denegó la solicitud dos semanas después.
Con información de: El País